¿Qué es la fiebre chikungunya?
Es una enfermedad causada por un virus transmitido por la picadura de un mosquito Aedes aegypti infectado. El nombre significa “aquel que se encorva” ya que describe la apariencia inclinada de las personas que lo padecen por los dolores musculares y articulares que provoca.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. El síntoma más común es una aparición repentina de fiebre mayor a 38°, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas.
¿Cómo se transmite?
Cuando un mosquito Aedes aegypti pica a una persona con fiebre chikungunya pueden transmitir la enfermedad si vuelven a picar. No se transmite directamente de persona a persona.
¿Cómo se trata?
La enfermedad no tiene un tratamiento específico sino que se tratan los síntomas para aliviarlos hasta que transcurra el proceso viral. En la mayoría de los casos, el tratamiento es ambulatorio y consiste en controlar el dolor y la fiebre.
¿Cómo se puede prevenir?
Al igual que en el caso del dengue, como no existe una vacuna, la mejor forma de prevenir la fiebre chikungunya es disminuir los lugares donde se puedan criar mosquitos. Para ello, se deben eliminar los recipientes sin utilidad que pueden acumular agua (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona), dar vuelta los que sí se usan (baldes, palanganas, tambores) o vaciarlos permanentemente (portamacetas, bebederos).
¡Todos podemos prevenir los criaderos de mosquitos! Eliminando todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos). Dando vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores). Cambiando el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.
Rellenando los floreros y portamacetas con arena húmeda. Manteniendo los patios limpios y ordenados y los jardines desmalezados. Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos. Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
También es importante prevenir la picadura del mosquito:
Usando siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase. Utilizando ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
Colocando mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en la habitaciones. Protegiendo cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras. Utilizando repelentes ambientales como tabletas y espirales.